EL HAYEDO DE OTZARRETA CON MARTIN
El Hayedo de Otzarreta, con sus majestuosos árboles y senderos serpenteantes, es un verdadero tesoro natural en el corazón de la naturaleza vasca. En mi última expedición, tuve el privilegio de explorar este mágico bosque junto a mi sobrino Martin, un aventurero incansable que encuentra maravillas en cada rincón.
Nada se compara con la emoción de sumergirse en un entorno tan cautivador como este. La frescura del aire, el crujir de las hojas bajo nuestros pies y el canto de los pájaros creaban una sinfonía perfecta para nuestra travesía. Martin, con sus ojos llenos de asombro, señalaba cada detalle: desde las hojas que bailaban con la brisa hasta los pequeños insectos que habitaban el bosque.
Cada paso nos llevaba a descubrir una nueva perspectiva del Hayedo de Otzarreta. Las cámara lista, nos aventuramos por los senderos, capturando instantes que cuentan la historia de este lugar único. La luz filtrándose entre las ramas creaba un juego de sombras y luces que hacía que cada fotografía fuese una obra de arte natural.
Martin, con su energía contagiosa, no dejaba de sorprenderse ante la magnificencia de la naturaleza que lo rodeaba. Sus risas resonaban entre los árboles, llenando el aire con una alegría pura y sincera. Su curiosidad infantil nos recordaba la importancia de observar y apreciar cada detalle, por pequeño que sea.
Las horas pasaron volando mientras explorábamos este paraíso natural. Cada instantánea capturada se convirtió en un tesoro, un recuerdo imborrable de nuestra aventura en el Hayedo de Otzarreta. Espero que nuestras fotografías transmitan al menos una pizca de la belleza y la magia que experimentamos en este lugar único.
La visita al Hayedo de Otzarreta con Martin no solo fue una experiencia fotográfica inolvidable, sino también un recordatorio de la importancia de ver el mundo con ojos de asombro y disfrutar cada momento en la naturaleza.
Equipo utilizado: Canon RP- Sigma 70-200 f2.8